Quien mato a Walter Benjamin?

Ayer, día 18 de Julio, dos días antes exámen, fui con "M" a "L'institut Français" de Barcelona a ver el estreno del documental "Quién mató a Walter Benjamin?" en el festival de cine judio de Barcelona.

Antes de proseguir, que alguien lea quién era Walter Benjamin.


Aquí teneis la ficha técnica y la web oficial.
No voy a citar a David Mauas, ni a Joan Ripollés, ni a nadie, porque me voy a centrar en el documental.

También, antes de proseguir tengo que contar mi punto de vista de los documentales.
Documentales, para mi, son generos de ficción. Todo lo que necesite un encuadre y esconda "el fuera de plano" es ficción. O piensas que Felix Rodriguez de la Fuente se esperaba con su cámara a que pasara un león, y allí delante se comiera una gacela? Pues no, el pobre león llevaba una semana sin comer, y la pobre gacela le dijeron: "Corre hasta la marca roja y allí te esperas".
Lo que diferencia el documental de cualquier otro género es la poetica con la que se cuentan las cosas.
No creais que es objetivo, ni que es un dogma intocable todo lo que se cuenta. Al contrario, es la visión del director / autor / guionista /...
La base del documental es la poética. Sino que se lo digan al Nuevo Realismo, o a cualquier género cinematigrafico.

A lo que iba.
El documental empzó con algun problema técnico de sonido e imágen. Poco serio digamos. Pero las ganas me podían con los defectos técnicos del tio de "la garita acristalada del fondo".
El documental trata de desvelar las últimas 24 horas de la vida de Walter Benjamin barajando las mil hipotesis de su muerte: El suicidio, la enfermedad prolongada, el asesinato...
Para ello el director utiliza a algunos habitantes del pueblo de Portbou, expertos y incluso una chica que analiza la ortografia de las cartas y documentos.

Me gusta la estructura que ha utilizado para contar "ese cuento macabro". Empieza presentando el contexto de la situación y despacio va adentrandose en un espiral de información y personajes cruzados que aparecen y se contradicen. Hace que una história aparentemente densa (que lo es) se te presente como una muerte con interrogante.
Un espiral de información que no deja ningún hueco.
El documental no termina cerrado, es decir, no hay una solución a esa muerte, aunque la más "trabajada" por David seria la enfermedad (que termina en sobredosis de morfina) y el asesinato por parte de la Gestapo.

Creo que ha sido un duro trabajo de documentación y montaje.
Por cierto, mi plano favorito se encuentra en el monólogo en off del principio, cuando sale esa bolsa salitaria de plástico rodando por la calle y enlaza perfectamente con el siguiente plano. La idea de un fantasma que circula por el pueblo de Portbou es una sensación que me encantó.
Esto es lo que me gusta del buen documental. Que no olvida la poética, delante de la información contrastada.


AUDIO: Peggy - Hey Big Spender.mp3